Observatorio de Ecología Política de Venezuela

jueves, 27 de abril de 2017

Las Logicas difusas de la violencia en Mérida. Vladimir Aguilar

Las lógicas difusas de la violencia en Mérida
Vladimir Aguilar Castro
Universidad de Los Andes

La transmutación de la violencia
La violencia en Mérida ha ido transmutándose a lo largo del tiempo. De tener un espacio localizado en algunas avenidas de la ciudad, aledañas a facultades históricamente más contestarías, ha ido desplazándose de lugar en lugar.
De la avenida Tulio Febres Cordero y avenida Universidad emigró hacia Las Américas. Las facultades de Ingeniería, Medicina y Humanidades paulatinamente darían paso a través del tiempo a la Facultad de Derecho.
Desde las guarimbas del 2014 se ha desplazado a zonas fundamentalmente de clase media o de residencias privadas estudiantiles.

Las disimiles territorialidades y actores de la violencia
La disimilitud de la violencia es de sitios pero también de actores. Algo que deberá ser parte de una agenda de ciudad por debatir es que los intervinientes en las protestas, al no ser solo estudiantes, quiénes participan de sus derivas trascienden el ámbito académico.
La violencia en la ciudad ha adquirido nuevos formatos porque sus causas son multifactoriales. Si bien en estos últimos tiempos se ha metamorfoseado en cuanto a los espacios, la violencia ha tenido otras dos expresiones: una institucional y otra callejera. Si lo anterior es válido para caracterizar la violencia urbana ella ha crecido a la par de una violencia institucional alojada en el Estado, pero también en quienes han dirigido la ciudad y a la propia universidad. Todo ha sido una suerte de realidad refractaria.

La universidad: de mediación e interlocución a lugar de desencuentros
La universidad hace rato perdió su razón de ser. Ya no es más el espacio necesario de debates de ideas para el encuentro y para el planteo de alternativas a la crisis de país. Desde hace tiempo se dejaron de emitir comunicados en su seno para dar cuenta, no solo de la diversidad de opiniones en ella existentes, sino de las posibles opciones de superación del momento actual.
La universidad convertida en “parcela de pocos” mediante una forma de ejercer el poder de manera autocrática y pugnaz, entre otras cosas derivado del agotamiento de los tiempos de gestión universitaria, ha cerrado los espacios necesarios para darle curso a las manifestaciones de descontento en su interior.

Universidad y país polarizado
Lo anterior ha conllevado a que los problemas universitarios hagan parte de la vorágine polarizante del país. El creciente "odio" hacia la universidad de algunos (por cierto sin precedentes en su historia) es proporcional al autoritarismo de otros igualmente sin antecedentes. Valiéndose de una suerte de "poder azul" las contradicciones internas y externas pasan por el tamiz del conflicto nacional.
Desde la universidad se evaden responsabilidades, se niegan recursos, se violan derechos a sus administrados, se desacatan decisiones y se utiliza para fines particulares, además de los bienes sobre todo la tradición pluralista de la institución. Lo que es peor, se acusa de traidores a la "patria azul" a quienes osan desafiar el estatus quo universitario.
Como consecuencia de lo antes expuesto, la ciudad ha sido víctima de la violencia callejera pero también de la institucional. El aporte de otrora de la universidad a la ciudad paulatinamente se ha venido desvaneciendo. Este desapego es proporcional a la mediocridad de quienes dirigen la institución académica más importante de Mérida. Curiosamente ello ha ocurrido en tiempos en que tanto el poder local como el regional han sido direccionados por universitarios.

El devenir institucional
La universidad como la ciudad es la manifestación concreta de las nuevasterritorialidades de la beligerancia. Esa realidad nacional tiene sus propios formatos institucionales pues se enmarca en la relación “conmigo o contra mí”. Este último ya no es más visto como adversario sino como enemigo.
A riesgo de etiquetajes por parte de los enjambres polarizados (sin dejarnos amedrentar por el ruido de fondo), si el país necesita cambios la universidad también. Además de las elecciones, sobre todo debe rescatarse su valor republicano y democrático hoy secuestrado y confiscado por perversas alianzas oscuras de poderes ocultos tras bastidores.

Abril 27, 2017
(A la memoria sin distinción alguna de todos los miembros de la ULA caídos)

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